Las parejas conformadas entre foráneos predominan ante las integradas por chilenos e inmigrantes, entre aquellas que incluyen al menos a un contrayente nacido en el exterior.
La creciente migración que enfrenta el país ha impactado con fuerza en las características demográficas de la población, como ocurre también en el perfil de los grupos familiares.
Esta realidad también la evidencian los matrimonios y Acuerdos de Unión Civil (AUC) con participación de extranjeros, pese a una baja progresiva en la sociedad de la determinación de las parejas de formalizar sus relaciones mediante casamientos.
Según la colombiana Milena Collazo (32), quien hace dos años contrajo matrimonio con un chileno, la aproximación a otras costumbres del país y también de su esposo la ha enriquecido culturalmente. “Nos conocimos en Santiago. Para mí ha sido como la apertura a entender la diversidad cultural o la diferencia entre países. Porque a veces uno, cuando está en su propio país, deja de ver también las maravillas o beneficios en la nación de uno. Creo también que en esos espacios de amor, de conocerse, cambian los estereotipos y prejuicios que pudieran haber existido”.
De acuerdo con datos del Registro Civil, obtenidos vía Transparencia y analizados por la consultora Nómade, desde 2019 a 2023 a nivel país, los matrimonios entre parejas chilena s (216.178) y AUC (27.089) representaron el 80% del total. El 20%restante lo componen los matrimonios y AUC entre chilenos y foráneos (26.072), como también entre extranjeros (35.964).
Para Patricia Rojas (43), presidenta de la Asociación Venezolana en Chile, la mayor cantidad de relaciones de pareja entre inmigrantes, comparada a la de chilenos con extranjeros, obedecería a una mayor similitud cultural, especialmente entre caribeños.
Redes migratorias
y el factor etario José Tomás Vicuña, socio de Nómade y exdirector del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), define como casi seguro que las parejas formadas por chilenos con extranjeros se hayan conocido en Chile. “Esto habla de un proceso de inclusión a la sociedad de quien viene de afuera y de apertura a quien es de Chile.
Los seres humanos solemos permanecer en contextos de origen, y matrimonios entre personas de distintas nacionalidades pueden contribuir a disminuir prejuicios de ambos lados”.
“A diciembre de 2022, un 45% de la población migrante mayor de 20 años tenía entre 20 y 34 años, que es una edad donde suelen concentrarse los matrimonios y AUC. Dentro del proyecto migratorio si bien lo laboral es vital, lo afectivo juega un rol fundamental. Se viven muchas experiencias cruciales en la vida y eso fortalece y proyecta relaciones de pareja. Las parejas chilenas están aumentando su convivencia. Los matrimonios por año han disminuido considerablemente y los AUC aumentan, pero recién en 2023, por primera vez, fueron más de 10 mil”, agrega.
migratorios en distintos países tienden a concentrarse en sectores económicos, comuna o barrios. Una condición que aumenta la probabilidad de que se incrementen las relaciones entre personas del mismo país o al menos entre extranjeras. “Hay muchas cosas en común que favorecen las relaciones amorosas (…). En movilidad humana se llama redes migratorias a los vínculos interpersonales que conectan a personas que vienen de un mismo lugar”.
Pone el ejemplo de los chilenos que se juntan en otros países para las Fiestas Patrias o eventos particulares.
“Tanto en matrimonios y AUC siempre son más los hombres chilenos que se casan con mujeres extranjeras, que chilenas con extranjeros. En el caso de matrimonios se duplican y en AUC, se triplican”, precisa.
